Mi conciencia ya no se somete;
mis deseos se me escapan.
Pero controlo mis sentimientos
que moneda de cambio no son.
Oigo voces;
alguna vez de materiales tangibles,
otras veces intangibles
como la propia conciencia.
Difícil de controlar,
ahora rebelado,
es incontrolable mi ser todo.
Alma rebelde,
conciencia rebelada,
cuerpo en rebelión:
es un alma fuera de control.
(Extracto de "rebelión de la conciencia...", Salamanca, 2008)
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